Qué díficil masticar el dolor mientras te muerdes los labios.
Se hace bola inmensa por más que la suavices con la lengua silenciosa.
Agostada en la garganta se ancla y se enquista gangrenando los sentidos.
El agua que bebes de tus mejillas, no ayuda a tragar mejor.
Te encadena la impotencia, lo increíble, la dureza, y se estrechan las paredes digestivas con un fuerte dolor estomacal.
Qué difícil es masticar el dolor mientras te muerdes los labios. Aunque se me antoja peor escupir lo intragable, éso no hará sentirnos mejor.
El dolor nos recuerda que estamos vivos,pero a veces es mejor olvidar.Petons!!!!
ResponderEliminarimposible olvidar sin hacer digestión... creo. O yo no sé.
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La segunda vez que salté por los aires tenía una bola de miedo en la garganta; la primera ni sabía que era aquello. Después, ya en el aire, escupí todo y se me vaciaron las amígdalas y los ganglios.
ResponderEliminarEra un nudo en la tráquea que me atracaba firmemente.
Desapareció con el tercer salto. Luego fui sumando tantos que perdí la cuenta.
Me comía las nubes a bocados y cuando eran muy densas, esas a las que llaman mares, tenía siempre preparada...unha culler; larpei tantismo que chegaba abaixo enchido, escupindo auga
·deicaludos·D
oiga... ¡¡ pues me gusta!!!
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En realidad somos como los niños pequeños con un trozo de filete duro, al que después de masticar y haber quitado todo el jugo, acabamos escupiendo debajo de la mesa esperando que nadie nos vea.
ResponderEliminarQue difícil es gestionar el dolor y el miedo. Morder y tragar.
Un besazo
¡ y a pelo!! Suele haber pocos jarabes que ayuden a la operación.
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Algunos tienen la suerte de poder apartar ciertas emociones, almacenándolas en compartimentos estancos, fuera del alcance de recuerdos indiscretos.
ResponderEliminarClaro está que otros muchos no tienen esa suerte...
ese apartamento estanco... no lo venden, ¿verdad?
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Como no quedaban bisturís, me dejaron un cincel y un martillo. Sería doloroso sacarme el corazón, pero nada comparado con tenerlo puesto.
ResponderEliminarUn beso.
y luego vendrá diciendo el tío, que la que escribe bien soy yo. nchst.
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No es fácil gestionar los sentimientos sobre todos aquellos que se pueden masticar y de los que no te gusta el sabor.
ResponderEliminarSiempre me dejas rumiando tus palabras, luego no las escupo.
Besos de gofio.
totalmente de acuerdo en lo primero, y totalmente agradecida por lo segundo.
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Tragarlo aunque a veces es necesario, o no queda otra, no suele ser recomendable. Luego aparecen ulceras.
ResponderEliminaren el cuerpo y en el alma, que son casi peores.
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"Qué díficil masticar el dolor mientras te muerdes los labios." Esta frase me la quedo, no lo dudes, va derechita para mis frases en el blog de lecturas, ya verás. Una entrada genial, simplemente. Me alegro de haber dado con tu blog. Biquiños!
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EliminarYo tembién me alegro, aunque ya te seguía en el tuyo anterior. Bienvenida con el nuevo.
besi
Ante el dolor que te seca y estrecha la garganta, el dolor que deja regueros de sal en tu cara, ese dolor pide acción: gritar, golpear, correr, destrozar, transformarlo en ira y dejarla explotar. Descansar agotada, ya no hay dolor.
ResponderEliminarUn beso.
a veces no hay energía. depende de lo hondo que te cale, o del color del día.
Eliminarbeso
Masticar sales propias ... masticar sensaciones ajenas
ResponderEliminarmi beso
me deja con la boca abierta, y la mente llena.
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También es malo tenerlo que aguantar en público. Porque hay cosas que hay que hacerlas en casa, en zapatillas y despeinado.
ResponderEliminary gritando en silencio.
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