viernes, 31 de mayo de 2013

Venas salinas

Imagen de Marco Glaviano


Y si el cielo no está azul, vendré a pintarlo.

Lo haré celeste e intenso con mis manos.

Lo imaginaré inmenso, de verano.

Me bañaré en él desnuda,

con mis pechos libres y el alma al aire.

Tostaré mi piel hasta hacerla miel con almendras,

me inundaré de lunares, de millones de pecas.

Seré del sol, y del oleaje seco del viento.

Curtiré mi desnudez y mi sonrisa echándote de menos,

porque  por más que quiera, mar mío…

…amor mío, me es imposible pintarte.

martes, 28 de mayo de 2013

¡ Me pones hipersensible !!

Imagen de Maxim Garibaldi


Llegaste con el aire.

Te fuiste con el viento.

Te sentí, tan dentro, tan dentro.

Fui muy tuya.  A pulmón abierto.

 
Me sacaste los colores.

Me dejaste sin olores.

Me robaste mil temblores.

Tú, nosotros… sinsabores.

 
Recuerdo verte con lágrimas,

con llantos, con hipos, con mocos,

nunca pude mirarte

sin empañar los ojos.

 
El desamor no duró mucho,

ni poco,

me costó echarte

y correr los cerrojos.

 
Debo aprender a no ser soberbia,

estaré preparada cuando vuelvas.

¡Me vacunaré aunque duela ¡

¡Oh, jodida alergia!


sábado, 25 de mayo de 2013

Haciendome trajes, desvistiendo frases...

Imagen de Allan Teger

El día que no escribí nada, comenzó a suceder de todo en el mundo…

Amanecieron sin cuernos las ganaderías de toros porque todo aquel que pudo fue a cogerlos.

Se cerraron puertas que jamás debieron ser abiertas.

Cientos de miles  de caminos fueron hechos al andar.

Entraron toneladas de amores por las ventanas al tiempo que el hambre salía por todas ellas.

Todas y cada una de las manos fueron puestas en el fuego sin resultado crematorio.

Hasta las charcas del lugar atardecieron con millones de ranas criando pelo.

Esto, y mucho más que me contaron, parece ser que transcurrió  durante toda aquella jornada en la que se puso  el sol por Antequera.

Y yo me lo perdí.

Estaba mirándome el ombligo…

lunes, 20 de mayo de 2013

No busques fuera lo que está dentro...

Imagen de Julie de Waroquier

Me contaron que allí estaba la magia.

En aquel lugar entre la almohada y los sueños.

La busqué vestida en mi mejor pijama.

Y acompañé al embozo con mi  mayor sonrisa.

Decidida descansé mi  cabeza y mis sesos.

Cayeron mis cabellos en cascada y mis pestañas en persiana.

Esperé, esperé, esperé y seguí esperando.

Me venció el sueño y me ganaron los sueños.

Seguí soñando hasta la mañana siguiente.

Desperté confusa y desesperada. 

¿ A quién se le ocurre dormirse esperando a la magia?

miércoles, 15 de mayo de 2013

Cerró los ojos y vio


Miro el folio en blanco suspendido en la pantalla.

Llevo así dos horas. Blanco el mirar de fuera, blanco el mirar de dentro.

Me aburro, me canso, me irrito.

Y de repente una imagen, un recuerdo, un cosquilleo, un calambre en la entrepierna.

Me asaltan aquellas piernas largas, claras, suaves y salpicadas de lunares.

Se me para el tiempo en sus tobillos, la memoria escapa hacia sus rodillas, el corazón me da un vuelco entre sus muslos y la imaginación vuela un poco más arriba.

Vuela y se cuela. Y yo con ella.

Me dejo llevar. 

Me lleva.

Me llevo. 

Me voy.

Cierro mi bragueta, el recuerdo y sus piernas.

Miro la página en blanco colgada en la pantalla.

No recuerdo haber escrito esos puntos suspensivos.

jueves, 2 de mayo de 2013

Los precios están por las nubes

Imagen de Kirsty Mitchell

Busqué un prestamista de ideas. Necesitaba una con urgencia, corría el peligro de ahogarme   en mi propia realidad.

Me encontré rodeada de un mundo de usura que cobraba intereses superlativos de falta de originalidad.  No tenía cambio.

Recurrí al humilde trueque, deshaciéndome de aquel sueño gastado ya  tantas veces.

Metí con ilusión en la bolsa aquel pensamiento para estrenarlo en domingo.

Hace unos días me faltó de nuevo  el aire  y lo desenvolví a toda prisa.

Escribí un millón de páginas del tirón. Se me durmió la mano,  y aquel único lector.

Esa noche mi almohada se volvió hueca. El insomnio  saltó desde mi conciencia, y se quedó a vivir conmigo.