sábado, 12 de marzo de 2016

Escribir, escribir, escribir...


... como si nos fuese la vida en ello. Y se va. 
Y no vuelve. 

Escribo por no gritar, por no llorar, por  evitar el cáncer. Ese tumor maligno que se hace nido en el alma cuando se enquistan los silencios. Escribir es como decir, pero llega a todas aquellas partes donde no lo hace la voz, sobre todo si hablas bajito. Como quien no habla, como quien no vive, como quien no camina si no es de puntillas. 

Se rompe el amor y se quiebran los años, y queda vida sin embargo, en algún lugar todavía sin romper. Ése es el sitio. Ahí es donde sentarse y escribir. Escribir con furia, con saña, con ese mismo amor  despedazado antes de que nos despedace la vida. Si no es demasiado tarde. Porque siempre será demasiado pronto. Sobran excusas, y para ellas también hay letras. Todas las letras del mundo para escribir. Nada es peor que morirse, salvo no tener nada que decir, que escribir, que vivir. 



2 comentarios:

  1. Que alegría leerte aunque sea tan de tarde en tarde.
    Hortensia

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  2. Que alegría leerte aunque sea tan de tarde en tarde.
    Hortensia

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