En su última expedición, la intrépida Lucrecia Aranguren descubrió con igual interés que sorpresa, la hasta ahora desconocida tribu de Los Hombres que se Visten por los Pies. Tras árduas y minuciosas averiguaciones sus estudios arrojaron un claro resultado: aquella extraña raza se hallaba en peligro de extinción. Encontró así una misión hecha a su medida, pero por más empeño que le puso, jamás logró aparearlos con la fertilidad del poblado vecino . Las Mujeres que se Dan a Respetar se negaron en redondo a ningún tipo de colaboración.
Imagen de Ben Zank
Yo me doy a respetar, pero si es por hacer que el mundo tenga más hombres que se visten por los pies, me apunto, que de esos ya no se ven xddd! Biquiños!
ResponderEliminarDe lo complejo de la polinización cruzada, je je. Mal futuro de verdad para los pobres señores, y para ellas también, claro, je je.
ResponderEliminarSaludos.
Texto surrealista (fíjate que no he puesto subrealista), de una persona surrealista que entiende el mundo que le rodea mirando y viendo cosas que la mayoría no son capaces de ver...
ResponderEliminarNos extinguimos solos, no necesitamos zombis
ResponderEliminarExtintos quedan, pues.
ResponderEliminarMagnífico, Dalicia.
Un beso enorme
Si lo que se trata es de desnudarse
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