Recuerdo mis primeros libros, todavía los tengo.
También los segundos, y los siguientes, y los más nuevos; ahí están.
Cierro los ojos, y los veo allí apilados. Son cientos.
Toda mi infancia, mi adolescencia y mi juventud pasadas por el tamiz de las letras impresas.
Toda yo, mi piel y mi esencia acariciada por la brisa de las hojas leídas.
Llegaron a mí como maravilloso regalo unos, otros a golpe de ahorro peseta a peseta; y todos fueron un pasaje gratis para éste, mi otro lado del espejo.
Compañeros fieles parapetados tras el libro de estudios, bajo las horas de las sábanas nocturnas prohibidas, en las escapadas furtivas de la merienda y en los peligros del cuarto de baño.
Cada volumen puñados de sueños, manojos de viajes, pellizcos de películas que quedarán por filmar. Están ahí, desordenados todos, añejos de puro usarlos, y nuevos de tanto mimarlos.
Cada ejemplar un tesoro infinito, un recuerdo jamás olvidado, un pedazo prensado de mi vida, del que nunca me podré separar.
Son mi historia, son mis sueños, son yo misma.
Los libros son el mejor amigo del hombre.Siempre están ahí cuando los necesitas.....y los perros que leen todavía son más amigos si cabe que los libros,jeje.Besitos!!!!
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ResponderEliminarY son, como no, como pájaros de múltiples alas que guardan en ellas recuerdos de otros vuelos de lectores y de autores y que cuando las pasas generan esa suave brisa que hace que te estremezcas (de placer) por algunos de los relatos atesorados entre los pliegues de tus años de lectura...
ResponderEliminary que, de alguna manera, te han configurado como eres, pequeña Alicia: curiosa y asustadiza como el conejo que asoma su bigotito por la abertura de su madriguera para empaparse de los aromas de la primavera y ver que recuerdos le traen esos vientos perfumados, de su mar, lejano en el espacio, pero próximo en sus emociones, de ese mar del norte...
Cada libro nos trae esencias de otras existencias, perfumes de otros lugares, pensamientos de otras personas. Cada autor deja en sus páginas parte de sí, la mejor parte de sí. Eso no se paga con nada. Gracias a ellos vivimos múltiples vidas, imposibles para quienes no leen, pobres. Nada sujeta la mente que lee, nada, salvo la propia lectura que nos conduce a cada uno de los lectores por un mundo distinto y propio. Feliz día Alicia, devora libros en tu madriguera y cuéntanos tus impresiones. Tu frescura nos atrapa y reverdece los recuerdos de tantos amigos leídos. Gracias Alicia, besos.
ResponderEliminarLa puerta de mi cuarto da a la librería del pasillo. La abro y lo primero que veo son los cientos de libros que allí reposan. Es una pasada.
ResponderEliminarBesos!!
y mi madre diciendo "pero sal un poco, que hace un sol buenísimo" y yo que prefería quedarme leyendo en la cama...
ResponderEliminar...
a los 20 (o por ahí) regalé todos mis libros después de leer uno "tener o ser" de fromm.... a los 20 y un rato más tarde, le pedía a mis amigos y conocidos que si no les importaba que me devolvieran lo que les había regalado... no los recuperé todos, pero sigo teniendo que aguantar las bromas de tarde en tarde...
Es una bonita dedicatoria... yo he comprado dos, uno para cada nene por tradición, que esta también se perderá con los ebook.
ResponderEliminarBesos abisales
Yo los suelo dejar para el arrastre, es mas, usados les da un aspecto antiguo que tiene su encanto.
ResponderEliminarLo más valioso, por no decir lo único, que hay en mi casa, lo que más me jodería que me robasen, serían los libros.
ResponderEliminarA los amigos les dejo robarme de vez en cuando.
Te comprendo perfectamente. Mis libros terminaron en otros lugares cuando yo no tenía ni voz ni voto. Aún me paso horas buscándolos en los rastrillos.
ResponderEliminarUn besito.
Yo también conservo mis primeros libros me gusta tenerlos :)
ResponderEliminarMe gusto tu blog! Te sigo! Si quieres pásate por el mio ^^
Un beso!
Para que luego digan que el chocolate es un sustitutivo del sexo...
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