Imagen de Roberto Kusterle
Se quitó las gafas de
ver y se compuso las lentillas de mirar.
El mundo y sí mismo cobraron un nuevo color y perspectiva.
Se desprendió del audífono de oír, y rescató sus viejas
orejas de escuchar.
El mundo y sí mismo se plagaron
de silencios estridentes hasta ahora ocultos.
Se cosió la lengua al paladar y abrió el candado hermético
de la sesera.
El mundo y sí mismo implosionaron a la vez.
De cada fragmento nació una pieza de puzzle para armar una
creación mejor: Lástima que los que quedaban, habían perdido ya la facultad de
romperse la cabeza.
Y después de ver, oír y catar el mundo ¿qué? ¿se tapó la nariz?
ResponderEliminarPor desgracia lo que se está rompiendo es la esperanza y el futuro.Tardaremos muchos años en encontrar todas las piezas del puzzle.Petons!!!.Hoy me has estremecido y me has convulsionado de veras.Te felicito por ello!!
ResponderEliminarLa construcción "y sí mismo" no la pillo :(, ¿podría ser : "él mismo"?
ResponderEliminarγνῶθι σαυτόν
ResponderEliminarLa solución es fácil. Solo tienen que darle un nombre a la emperatriz de fantasía y empezar a creer.
ResponderEliminarMe gusta el oxímoron... resalta el contraste...
ResponderEliminarA veces estamos tan entretenidos con la nada que le damos la espalda a nuestros sentidos. Nos perdemos tantas cosas...
ResponderEliminarBesos.
Oe Dali.
ResponderEliminarParece que éste fragmento complementaba al anterior. ¿O será una impresión mía? una especie de secuela. No sé qué nos quiere contar el protagonista del fragmento pero me asusta. Me parece peligroso el tío.
Mucha gente espera, pasa el tiempo y tu puzzle se vuelve demasiado complicado!
ResponderEliminarhttp://www.mafaldayatienemasde30.blogspot.com.es/
Coas gafas de non ver, veño desexarche un Bo Nadal, Dalicia!
ResponderEliminarConstruir y deconstruir se basan en lo mismo, como el ying y el yang (¿se escribe así?). No pueden existir el uno sin el otro. Para construirse muchos necesitan las claves que les llevaría primero a su deconstrucción. Pero perdieron la llave que abre el lugar donde se guardan las claves... ¡cahis!.
ResponderEliminarOlvidaron que una de las claves consiste en escuchar el silencio y ver en la nada. Pero Dalicia es como aquella que parecía perdida pero resulta que estaba donde debía estar. Gracias a dios.