Salió de casa veloz como el rayo a desenvolver la mañana.
Tenía prisa, no podía llegar tarde.
Apuró los pasos doblando la última esquina de la vergüenza,
y poniéndose de puntillas sobre los zapatos de charol para las ocasiones, deshizo el lazo con dos tijeretazos de besos.
Y las capas de la mañana se le desparramaron en cascada
infinita empapándola por completo y sin remedio.
La envolvió un remolino de
colores, texturas, visiones y
palabras maravillosas y preciosas, teñidas con olor a café con naranja.
Absorbida y abrigada por el aroma, tropezó con el quicio del
mediodía, y de la mano del conejo blanco
se adentró en la caja.
Olía a hospitalidad recién pintada. Y se dejó llevar, y se
dejó viajar.
Todos y cada uno de los habitantes, me fueron
presentados. Todos y cada una de las
puertas del reino, me fueron abiertas. Todos y cada uno de los tesoros ocultos, me fueron mostrados. Pero todos y cada uno me los quedo para mí.
Y ya apurada, desenvuelta, desnuda y devorada la mañana por la noche. Ya de vuelta, ya en
casa. Ya con los zapatos de charol en el
vestidor, y los pies en zapatillas. Dalicia se acuerda del conejo y escribe,
gracias…
… Gracias porque todos y cada uno de los minutos de esta
mañana han sido un regalo.
Por mañanas como estas merece la pena que suene el despertador.
ResponderEliminarEn la casa de Dalicia no hay despertadores... pero sí, esa mañana sonó. ;)
Eliminarbss!
Huy, sí. Yo tb tengo la suerte de conocer un regalo como ése. Y anda que no mola... :)
ResponderEliminarBesos!!
¿ Ah, sí? Cuenta, cuenta.
Eliminarbss!
Pues que buena mañana no?
ResponderEliminarSoy de café con cascara de limón, con naranja no lo había oido.
"Y las capas de la mañana se le desparramaron en cascada infinita empapándola por completo y sin remedio." Me gusta, si definitivamente me gusta.
Saludos y salud!
Preciosa!
EliminarEl café y la naranja nunca estuvieron mezclados, se conocieron esa mañana y compartieron mucho.
Muchas gracias!!! Así me sentí.
bss!
... y en su retina quedó la sonrisa del gato. Y en su corazón, la calidez de su sonrisa, que también quedó flotando en el aire. Esa calidez que es de las que te dan sin que la pidas, simplemente porque solo puede darla quien la posee.
ResponderEliminarParece que quedaba un regalo para la primera mañana de diciembre... :D
Eliminarbss!!!!!
Dime a qué planeta te has mudado para que las mañanas sean así de dulces y de esperanzadoras que mañana compro un billete sólo de ida.Petons!!!!
ResponderEliminarA un planeta nuevo que me ha llenado de cosas que gran parte de este planeta, no ha sido capaz de ofrecerme durante muchos años. ;)
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Nunca me había entusiasmado el mes de Noviembre, pero veo que tiene mañanas que huelen a magia y a primavera.
ResponderEliminarEl invierno es que es de lo menos entusiasta... pero a veces, trae sorpresas :)
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El regalo es leerte... también por la mañana.
ResponderEliminarRegalo es cada uno de los comentarios que hacen más bonito y dinámico el blog.. a cualquier hora ;)
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Dios, cómo mola leerte con 4 latas de cerveza encima. Por un momento deseé ser el conejo!
ResponderEliminarbss!
¿ necesita de estimulantes para asomarse? ;) xD
Eliminarbss!!
Una mañana dulce no?
ResponderEliminarMás que dulce, sabrosa.
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¡Todo dulzura!
ResponderEliminarBesicos, muaaaaaaaaaaa,
¡ Mira quien habló!
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A mi a veces me regalan una tarde de domingo, y saben bien.
ResponderEliminarY por fin el conejo salio de la madriguera, La imagen de su sonrisa, hizo amanecer un nuevo dia, y las penas se convirtieron en alegria
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