viernes, 25 de octubre de 2013

La mayor... siempre.

LLegaste trigueña al mundo, tan sólo unos minutos después de que yo brotase morena de entre las piernas de mamá. Tú tan pequeña y frágil, yo más larga y lozana.
Ay, como llorabas a ojos y puñitos cerrados mientra
s yo te miraba en silencio a través del metacrilato de aquella cunita del quirófano.

Crecimos al abrigo de los fríos murmullos que rebotaban por las esquinas del pueblo. Jugábamos a ser niña y muñeca. Yo te peinaba la trenza, mientras las combas saltarinas cantaban en la otra esquina del patio: "No son del mismo padre. Su madre se fue con dos. Nacieron el mismo día. Que sorpresa se llevó."
Tú seguías llorando, pero la que apretaba sus puñitos era yo.

Te quiero tanto, que no soporté que vertieses una lágrima negra más. Hoy ya no hay niños que canten en el pueblo. No sufras, duerme. Nos ahogaremos las dos en esta pena que nos vio nacer, hasta que nos encuentren siendo una, cuando las capas verdes vengan a buscarme.


 Imagen de Berta Vicente


Participando una semana más, en los Viernes Creativos del blog de Fernando Vicente :  Viernes creativo: escribe una historia

jueves, 24 de octubre de 2013

Canciones que nunca pedí

Hay escaleras que suben, otras que bajan.

Ultimamente no hago más que escoger las de bajada.

Creo que lo mejor es que me siente y recapacite, si más allá del miedo supremo, vale la pena seguir caminando.


miércoles, 16 de octubre de 2013

¿ Pasillo o ventanilla ?

Fuí aplastada por todos aquellos viajes que no hice y que siempre quise emprender.
Ahora voy hacia un túnel y una luz que jamás había visto en ningún catálogo de agencias.
En mi mano tan sólo un billete de ida. Creo que la vida, cansada de que la ignore, ha terminado dándome el pasaporte.

Imágen de Ignasi Aballí Sanmartí

jueves, 10 de octubre de 2013

Una del derecho... una del revés.

Hoy juego a  hacer calceta con mis agujetas.
He descubierto que sentirme bien, es cuestión de saberme coger el punto.


lunes, 7 de octubre de 2013

Masticar


 Qué díficil masticar el dolor mientras te muerdes los labios. 

Se hace bola inmensa por más que la suavices con la lengua silenciosa. 

Agostada en la garganta  se ancla y se enquista gangrenando los sentidos.

El agua que bebes de tus mejillas, no ayuda a tragar mejor. 

Te encadena  la impotencia, lo increíble, la dureza, y se estrechan las paredes digestivas con un fuerte dolor estomacal.

Qué difícil es masticar el dolor mientras te muerdes los labios. Aunque se me antoja peor escupir lo intragable, éso no hará sentirnos mejor.




viernes, 4 de octubre de 2013

Desde que te ví, sólo quiero mirarte

Eres lindo, le dijo. Soy lindo porque tú me ves lindo, le contestó. Ella se sacó los ojos y se los ofreció. 

Te sigo viendo bello, susurró. Me ves bello porque tú me sientes bello, replicó. Ella se arrancó el corazón y se lo regaló. 

No dejo de verte bonito, suspiró. Me ves bonito porque tú me piensas bonito, sentenció. Ella se voló la tapa de los sesos aquella misma madrugada.

En la nota que él está leyendo ahora mismo ella le dice que todavía es hermoso, pero que no cuente con su alma, lo ha intentado aunque no sabe cómo enviársela.